jueves, 9 de abril de 2015

El libro de Oruro

El libro 


En Oruro existe el muro de los recorridos silenciosos y los pasos encontrados. Es una pared de roca con los registros más sorprendentes de la época del cretáceo. El murallón es asombroso y su limpieza se recorta sobre el azul del cielo para mostrarnos con mayor claridad lo que allí aconteció hace millones de años: es un testamento natural legado para nosotros… 


Se descubrió por azar como suele suceder siempre. Una industria cementera estuvo sacando piedra durante años hasta que se dieron cuenta que con cada capa de roca calcárea que ellos trituraban y convertían en cemento deshacían las páginas de un libro. Entonces decidieron respetar uno de esos lienzos y ahondar todo lo posible para ver que dimensiones tenía el hallazgo. La roca no decepcionó y se descubrió que allí había escrito la historia de un periodo muy lejano. Fue una decisión afortunada ya que de esta manera se pudo seguir el periplo de un número considerable de huellas y estudiar el trayecto, las dimensiones, la forma y las tipologías de animales que se presentaban sobre la superficie.




Cuando aquellos seres pasaron por allí aquel lugar era un barrizal a orillas de un lago y nada les decía que iban a ser contemplados con tanta insistencia. Los dinosaurios del cretáceo caminaban despreocupados en todas las direcciones y sus huellas quedaron implicadas en el lugar como también las gotas de lluvia, el cuarteado del barro y los rellenos de otros lodos...


Miles de años más tarde las presiones de la placa del Pacífico continuaron el empuje sobre la placa americana y la fueron elevando hasta donde está hoy: así se formó la cordillera de Los Andes. Muchas zonas que antes estuvieron en posición horizontal se fueron inclinando hasta quedar casi verticales como vemos las placas de Oruro. En el transito de los siglos extensas zonas del mar quedaron atrapadas dentro de las tierras continentales, así se formaron lagos que se elevaban y evaporaban lentamente hasta hacerse rocas, palabras ocultas entre tierra y más rocas. Después la lluvia las deshizo lentamente y las va depositando en los salares como el de Atacama o el de Uyuni. Los animales que pacían y se desplazaban por aquellas lagunas escribían su particular historia y con los siglos sus palabras se hicieron "la piedra que habla y describe el pasado".


Cada capa de piedra es el fruto de las aportaciones que hizo la lluvia: tierras disueltas que llevó hacía al lago. Las aguas arrastraban lodos, árboles, animales y prestaban una superficie delicada y sensible dispuesta para narrar los pormenores de una época. Por este motivo y muchos otros podemos suponer que en cada una de estas hojas de piedra esta escrito el testamento de lo que pasó y que las montañas de Oruro son en realidad un libro en proceso de ser revelado…


Este tema hacía años que lo trabajé en directo, tomaba fotografías de los rastros que dejan los animales sobre las superficies delicadas, le llamaba "ausencias" y fue un periodo feliz en mis observaciones. La pared descrita, el libro de Oruro es una excelente documentación para los archivos de La Comella.

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