sábado, 17 de enero de 2015

Terror ante la ventana del asombro


Terror ante la ventana del asombro
Testamento de Caín el Hermoso.

¡Por un momento pensé morir!
La cabeza se comprimía sobre mis memorias placenteras, los huesos se desencajaban para pasar por aquellas gargantas de huesos y carne dilatada. Por un momento los ojos se llenaron de sangre y la respiración se hizo necesaria: ¡la boca estaba llena de líquidos putrefactos!
Al contemplar la ventana del asombro y precipitarme en el tiempo no tuve otro remedio que lanzar un alarido, reunir todo el coraje disponible y salir a ver el sol…
En la secreción sensual de las aguas pudendas se formó la vida y todavía existe ese almarjal de lodos y orquídeas. La matriz es la garganta devoradora de poetas, guerreros y vagabundos, donde escondo el cuchillo y petrifico a los no natos. Es el espacio de Caín donde nacen los hijos y se esconden los tálamos de la muerte.

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