domingo, 27 de octubre de 2013

Anell de pedra






Es la obra que presenta el compromiso con la naturaleza, una alianza en La Comella. También es el tema central de la tesis doctoral.  Granito de la ex URSS. 1975-2001. 17x3,20 m. de diámetro.

Anell de pedra

Eran las doce del mediodía, tenía 26 años y caminaba por los montes del Garraf. Miré el sol y con piedras pequeñas hice un círculo en el suelo. Cómo es que me acuerdo…? porque entonces trabajaba conceptos de espacio y de tiempo y las doce era una referencia estable. El doce es un numero solar y a él me atenía entonces y me atengo ahora. Después lo hice con hierba, pon palos secos y con todo lo que me cayó en las manos. Así me quise unir a aquellos montes misteriosos, terribles, secos, endurecidos y quemados. Así quise suturar las heridas que las fabricas de grava y cemento abrían en la tierra; aquellas canteras me impresionaron y me formaron, ¡fueron mi biblioteca…!

En casi todas las culturas el círculo es una de las formas con mayor carga simbólica: entre las muchas cosas que representa escojo la semejanza con el sol y las implicaciones vitales que él tiene para la vida. Ese fantástico acontecimiento nos hace contemplar el espectáculo más asombroso; el cantar incesante de la naturaleza. Nada se le puede igualar y es tan poderosa su expresión que de ella surge un concepto difundido entre mis reflexiones… “la realidad estética…”

La obra “L’anell de pedra”, no pretende representar abstracciones ni nada que tenga que ver con las religiones antiguas o actualmente establecidas. No obstante es una obra que asume la necesidad humana de unirse al mundo. No se si lo consigue, menos aún agotar sus reservas de significado, de hecho prescinde de todas las valoraciones para centrarse en el sentido de la alianza y aspira a ser un recordatorio estable por muchos años. Esto no elimina la posibilidad de que aquel que lo desee pueda hacer las lecturas que crea oportunas… todas están ahí, durmientes, y si hay la voluntad para mirarlas y son de provecho bien venidas sean.
La opción de la forma es largamente meditada; socialmente el anillo comporta un compromiso, una serie de obligaciones que no son palabras o rituales más o menos exotéricos. En mi caso son los trabajos realizados que he expuesto últimamente. Son intervenciones comprometidas, obligaciones asumidas, responsabilidades ejercidas; ¡han sido mi vida!

Siempre emergen cuestiones éticas en el tamo de las ideas; en la granza de los propósitos nacen vías nuevas. Durante años se maceran lentamente y en ocasiones generan actitudes estéticas, políticas y morales, son vectores que se manifiestan en las obra y que en algunos casos el hombre se encuentra en el centro. A mi entender esa obra es patrimonio a rescatar… el tiempo trabaja a su favor ya que siempre estamos necesitados de apoyos de esta índole. No anhelamos la redención, buscamos la manera de mitigar los niveles de incertidumbre y las obras "firmemente apoyadas en el suelo" pueden hacerlo.

Contenidos formales
La obra es una alianza con la tierra, es la escultura que ha orientado todo el proyecto de la Comella y parte significativa de mi vida. Naturalmente que también he realizado temas marginales y que he hecho obras que mejor no hubieran nacido.  No obstante me encuentro cautivo en la incertidumbre y complacido en la trampa de las eternas repeticiones, la forma circular me lo recuerda.
El anillo es la representación gráfica del pacto, pero tiene uniones y connotaciones con el origen de la materia y de la vida; yo no puedo evitarlo, como no puedo negar la similitud formal con los crónlech del neolítico y las influencias del Land Art... También podemos ver que está unida al movimiento de los astros, al crecimiento expansivo de las ondas sobre el aire y el agua y también es la imagen del tiempo circular. El círculo de piedras todavía tiene connotaciones religiosas importantes ya que representa la eterna repetición y la perfección de la forma, pero en el caso que presento; "L'anell de pedra" habla de otra manera de unirse al mundo.
Se trata de una idea sencilla y a la vez comprometida, presenta y representa el pacto y la reconciliación con la vida; ¡todas las formas de vida". En la Comella no es una obra más, es la piedra sillar, el contrato y el testamento firmado sobre el suelo. El concepto implica la acción respetuosa hacia la naturaleza y apuesta por la intervención siempre que sea para mejorar las condiciones de vida en su conjunto. El deber hacia la sostenibilidad es parte implícita de la obra; este es el rostro material y el testamento que deja escrito en "Palabra oscura". (Obra situada en la biblioteca Xavier Amorós de Reus)

Aunque su imagen proviene del disco solar, tenemos que ver su reflejo en la actividad que despliega en la tierra, su aliento es el que mantiene las formas vivas; la obra está ahí para recordarlo.
El sol lo es todo: él nos da la luz y el calor que hace posible que podamos vivir, pensar, crear metáforas y relaciones simbólicas, escribir, contemplar y sentir emociones que nos hacen percibir la realidad pletórica de contenidos... Por este motivo ahora tenemos que prescindir de la retórica simbólica y centrarnos en él ya que es el que hace girar nuestra mente y la naturaleza entera. Él es la fuente de donde emana toda la escenografía que podemos ver, "realidad" que, en el mejor de los casos, se deviene en goce estético...

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